Dado que existen diferentes tipos de llaves dinamométricas manuales es conveniente conocer las particularidades y ventajas que nos ofrecen cada uno de estos tipos de forma que podamos elegir el tipo más adecuado según la tipología de aplicación a la que nos enfrentemos.
Básicamente hay dos grandes tipos de llaves dinamométricas:
Son las llaves más habituales del mercado, se caracterizan básicamente porque emiten un clic (se siente y se oye) cuando llegan al par prefijado.
Este tipo de llaves suelen disponer de una escala calibrada en la que se prefija el par antes de realizar el apriete. Son ideales para aplicaciones en las que se está cambiando con frecuencia el par de trabajo, o cuando se realizan distintos aprietes con una única llave. ya que el usuario puede modificar de forma sencilla el par prefijado.
Para líneas de producción o entornos donde siempre se va a aplicar el mismo par de apriete existen llaves sin escala que dificultan modificaciones involuntarias del par prefijado. El par prefijado de estas llaves se ha de ajustar usando un comprobador de par dinamométrico o similar.
Dentro de las llaves de tipo clic o salto, podemos hacer una clasificación en función del tipo de clic o salto que proporcionan:
Al alcanzar el par prefijado este tipo de llave nos ofrece un ángulo de 3º durante los cuales no se transmite más par a la aplicación. Es en este punto donde el usuario debe dejar de transmitir fuerza, ya que en caso contrario sobrecarga la aplicación. Este tipo de llaves son las más económica y habituales.
A este tipo de llaves pertenecen nustras dinamométricas Torcoflex, Torcofix y Dremometer entre otras.
Al alcanzar el par prefijado la llave se dobla 20º (en algunos modelos esta rotura puede llegar hasta los 90º) de forma que tenemos un márgen más amplio para dejar de transmitir par a la aplicación y no sobrecargar por tanto la misma.
Ejemplo de llave dinamométrica de rotura es la TBN de GEDORE
Al alcanzar el par la herramienta se rearma automáticamente, volviendo a empezar desde cero. El par aplicado es independiente de cómo el usuario haya aplicado dicho par. No existe riesgo de sobrecarga en la aplicación. Ideal para aprietes críticos, donde un sobrecarga pueda dañar los elementos que conforman la unión.
GEDORE dispone de una amplia gama de llaves de deslizamiento: ver por ejemplo TSN TSP TSC
Las llaves de seguimiento nos indican en todo momento el par que estamos realizando, pudiéndo dejar constancia del par máximo aplicado. Estas llaves son ideales para su uso en aplicaciones críticas cuando queramos dejar reflejado el par realizado en cada una de estas uniones, o bien para la comprobación de aprietes ya realizados.
Existen básicamente 2 tipos de llaves de seguimiento: